- Palacio de Westminster y Big Ben
El Palacio de Westminster es uno de los edificios más famosos de
Londres. Ha sobrevivido nada más y nada menos que a dos incendios, 14
bombardeos y un complot de volarlo por los aires. Es como una pequeña ciudad,
con sus tres kilómetros de pasillos, más de 1000 salas y en el que trabajan más
de 8000 personas. Cuenta con un gimnasio, guardería, más de 20 restaurantes y
bares, dos oficinas de correo y cajeros automáticos. Se llama Palacio de Westminster porque comenzó siendo el hogar de los monarcas,
pero después del incendio de 1552, el rey se mudó y pasó a ser la sede del
Parlamento británico. Se
puede entrar por libre cualquier día y curiosear algunas de las salas que están
abiertas al público, sin necesidad de hacer un tour… así que… ¡adelante!
En el
Vestíbulo central encontraremos una de las oficinas de correos y un cajero
automático. Enfrente, suelen hacer sus directos los periodistas de la BBC.
¡Atenta! Las ventanas están cubiertas por rejas. Esto es porque, antes de 1918,
las mujeres solo podían observar las sesiones en la Cámara de Comunes desde una
galería separada a la de los hombres en la parte alta. A este lugar se le llamó
Galería de las Damas y estaba rapada con rejas para que los diputados no
pudieran verlas. En 1908, una mujer ser encadenó a una de las rejas como
protesta y, 9 años más tarde, se quitaron y se colocaron las ventanas del
vestíbulo como símbolo de la lucha por el voto femenino en Reino Unido.
Podremos trasladarnos a las profundidades de Egipto al admirar la piedra Roseta, así como las momias que han sido conservadas durante miles y miles de años. Del mismo modo, también se nos iluminarán los ojos al descubrir los secretos de las culturas de México, África, China... a través de las distintas colecciones que se exponen en el museo.
Sin duda habremos tenido un día agotador como turistas, pero llega la noche y con ella la ciudad se enciende a nuestros pies. Iremos de pub en pub dejándonos guiar por la música y las cervezas inglesas, probando tantas marcas de dicha bebida como el cuerpo nos permita...
Sea creyente o no, la arquitectura eclesiástica me parece una de las expresiones del arte más bellas que el ser humano ha dejado en este planeta llamado Tierra. Entrar en una catedral y no dejar de mirar hacia arriba hasta que sales de él, observando cada detalle de sus techos, de sus ventanas... Es por ello que no nos podemos perder la Catedral St. Paul, la cual está clasificada como la segunda más grande del mundo y, aunque esto no implique que deba ser preciosa, estoy segura de que no me decepcionará.
- Torre de Londres y joyas de la corona
Súper necesario realizar esta visita para comprobar con mis propios ojos que la leyenda de los cuatro cuervos que protegen el edificio y la corona es verídica.
Me haré una foto junto al puente más famoso de Londre y la convertiré en una postal, típica pero original.
Recorreremos las calles de este barrio siguiendo los graffitis que plasman tantas verdades cargadas de emoción. Streetart es un arte que llega a todos y a cada uno nos afecta de una manera muy distinta... supongo que como ocurre con toda expresión de arte...
En bici, paseando o dando volteretas... un parque en el que relajarse y, observando a todas las personas que nos rodean, darnos cuentas de cómo, siendo tan diferentes y con culturas distintas, todos compartimos el deseo de sentirnos niños al correr y jugar en el parque.
Entre los restaurantes, bares y cafeterías que me gustaría probar durante mi estancia en la ciudad, estos son los que se encuentran en mi checklist:
- Coffe shops: Omotesando Koffee
- English breakfast: Regency Café, Brick Lane Beigel
Bake
- Restaurants: Bancone (italian solo-dining), Indian Veg Bhel
Poori, Poopies Fish and Chips, Amrutha Lounge, Magic Falafel
Desde Londres cogeremos un tren de ida y vuelta a Windsor. Allí visitaremos su majestuoso castillo, que es, nada más y nada menos, que el castillo habitado más antiguo y grande del mundo. Fue fundado por William el Conquistador en el siglo XI. También nos podremos perder por sus jardines, así como por el parque LEGO, y sentirnos como niños otra vez ;)
Partiendo también desde Londres en tren visitaremos Oxford, la ciudad universitaria de la que siempre hemos oído hablar. Recuerdo que de pequeña siempre insistía en que de mayor estudiaría allí medicina. Ahora puedo confirmar que mi sueño no se ha hecho realidad, como todas las personas adultas que me rodeaban me repetían cuando yo les contaba mi sueño. No obstante, he de decir que si una niña alguna vez me cuenta ilusionada un sueño como este, yo le animaré, porque no hay nada mejor que tener sueños y vivir de ellos y por ellos, luego siempre tenemos tiempo para aceptar la realidad, adaptarnos a ella y quitarnos de encima el polvo que nos ha dejado la caída.
Como buena fan de Harry Potter, lo primero que visitaré en esta ciudad será Christ Church College, donde se puede encontrar el famoso comedor de Hogwarts (me emociono sólo de pensarlo). Caminando por Oxford nos toparemos con la torre Saxon y subiremos sus 97 escalones para poder contemplar la pequeña ciudad desde las alturas. Pasaremos por el Mercado Cubierto para probar una de las famosas tortas en The Cake Shop. Si nos sobra tiempo, visitaremos la Cámara Radcliffe, la primera biblioteca circular de Inglaterra. Para terminar el día... uno de los pubs más históricos de la ciudad: The Chequers, donde dicen que era Lewis Carrol era un cliente habitual.
Antes de que caiga la noche, cogeremos otro tren a Bristol para hacer allí la noche y poder visitar más detenidamente al día siguiente. El alma de esta ciudad es el puerto, y allí visitaremos sus más famosos museos: Being Brunel y SS Great Britain. Como fan del street art que me he autodeclarado previamente, no podemos irnos de esta ciudad, cuna del famoso Banksy, sin recorrer cada uno de los numerosos graffiti que alberga en sus muros.
Nos subiremos de nuevo al tren para visitar la siguiente ciudad: Bath. Es hora de relajarse y nadie dice que no a unos buenos baños romanos con el agua masajeándonos la piel (qué gustito...). Por supuesto, visitaremos todos los rincones en los que se inspira la famosa Jaen Austen en sus novelas, la residente más famosa de esta ciudad. También pasearemos por el jardín inglés tradicional de Prior Park y tomar un té a media tarde en The Pump Room, justo al lado de los baños romanos.
Siguiente parada en este recorrido en ferrocarril... ¡Salisbury! Allí visitaremos la catedral, The Rifles Museum, The Chapter Market y, por supuestísimo, emprenderemos una excursión en autobús hasta Stonehenge.
Para acabar este fantástico viaje, nos despediremos del país a las orillas del mar. En Salisbury cogeremos un nuevo tren con dirección a Brighton, el "Benidorm" de los ingleses en Reino Unido. Caminaremos por el muelle que en tantas fotos hemos visto y si nos vemos con ganas de alargar un poco más nuestra estancia en la costa Sur de Inglaterra, podemos visitar otras ciudades costeras como Dover y llegar así hasta Canterbury, pero eso... ¡ya lo dejo en manos de la improvisación!
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